La Associazione 21 Luglio ha realizado un análisis exhaustivo ("Ultimo Banco") de un proyecto del municipio de Roma que lleva 13 años en marcha con el fin de mejorar la educación de los niños romanís. Se ha centrado en estudiar los cinco últimos años, de 2009 a 2015.
De acuerdo con ONG italianas, los resultados han sido muy poco satisfactorios y esto se debe a una multitud de factores, uno de los más destacados es la segregación residencial de las familias romanís.
Estadísticas preocupantes
Las estadísticas hablan por sí solas: 9 de cada 10 niños no asisten regularmente a la escuela y 1 de cada 5 no asiste jamás.
Un porcentaje importante de los casos de niños que son denunciados a las autoridades por no asistir al colegio son niños romanís. En 2015, representaban el 33% de estos casos, una cifra preocupante teniendo en cuenta que los niños romanís constituyen el 5% de la población italiana en edad de escolarización,
Incluso aquellos que asisten al colegio, les cuesta seguir y a menudo se van quedando más atrasados: la mitad de ellos van por lo menos un año por detrás. En 2015 hasta el 70% de los niños que se escolarizaron, lo hicieron en un curso por detrás del que les correspondería por edad, de los 1.800 niños que se inscribieron, solo 198 terminaron al menos tres cuartas partes del proceso educativo.
Segregación residencial
Existen muchas razones que explican el fracaso del proyecto de escolarización de los niños romanís: políticas y planes institucionales inadecuados, personal incompetente, recursos que se malgastan, y, sobre todo, una política de vivienda italiana que con frecuencia desahucia y expulsa a las personas romanís.
Según el análisis, la segregación residencial de los romanís tiene un impacto importante en las políticas educativas. Es importante comprender que los niños que nacen y crecen en medio de una crisis de vivienda tiene una desventaja, y esta siuación les afecta mucho en su educación, ya que les lleva a vivir una situación en la que la educación no es una de sus prioridades.
La política segregacionista de vivienda es por ello, uno de los problemas más importantes a la hora de mejorar la educación y la escolarización de los niños.