El Tribunal Constitucional checo dictaminó que la policía checa errño durante su fallido intento de deportar del país a un hombre camerunés. Este se resistió pacíficamente a la policía durante la conducción al aeropuerto.
El hombre camerunés llevaba viviendo en la República Checa varios años, y desde hacía dos meses estaba sin permiso válido. En enero de 2010, la policía le entregó la orden de abandonar el país en un año. El hombre no pudo salir del país dentro del tiempo especificado y luego fue arrestado y enviado a un centro de detención de extranjeros.
Conducción policial
La policía reservó una plaza para el hombre en un vuelo de Turkish Airlines que salía del país, pero él se negó a abandonar el centro de detención. Por ello, la policía le condujo a la fuerza: gases lacrimógenos y esposas, y en el aeropuerto utilizaron un carro de equipaje para transportar al hombre que se resistía a cooperar.
El hombre insistió en que se resistía al traslado, sobre todo porque había sido incapaz de prepararse para la deportación. Había sabido la fecha de salida el día anterior, al parecer por casualidad. No le habían dado tiempo para despedirse de su novia, para que ella se llevara sus efectos personales o para comunicarse con su familia en Camerún para que le esperaran en el aeropuerto. También tenía idea de que no podía ser deportado antes de que el tribunal se pronunciara sobre el recurso presentado contra la orden de deportación.
Trato degradante
Los magistrados del Tribunal Constitucional llegaron a la conclusión de que el derecho a no ser sometido a tratos degradantes fue violado durante el intento de deportación. "La prohibición del trato degradante es un valor fundamental de una sociedad democrática. La calidad de la sociedad se indica por la forma en que trata a los más vulnerables. Por lo tanto, la prohibición de los tratos degradantes también se aplica a los extranjeros", decía el dictamen del presidente del tribunal.
El tribunal dictaminó que un extranjero puede ser deportado en contra de su voluntad; esto debe, sin embargo, hacerse sin violencia degradante o excesiva. El uso de la fuerza no debe ser un castigo por no obedecer las órdenes de los agentes encargados de hacer cumplir la ley. Por otra parte, el tribunal considera que la policía debía haber tenido claro que la aerolínea no admitiría a una persona que se resistía a bordo, por lo que el uso de fuerza era innecesario.
Informar acerca de la deportación
Los extranjeros deben saber que van a ser deportados tan pronto como sea posible - en este caso, inmediatamente después de que se haya reservado asiento en el avión, y en general, como mínimo 24 horas antes de la deportación. "Un extranjero no se convierte en un mero objeto que la policía tiene que mover en un momento determinado desde el punto A (el centro de detención) al punto B (el avión)", afirmó el tribunal, y agregó que el hombre no se puso en peligro a nadie y solo utilizó la resistencia pasiva.
La llamada deportación administrativa está regulada por la Ley de residencia de extranjeros. La deportación administrativa significa en lo esencial el final de la estancia de un extranjero en la República Checa, sometida a la discreción de la policía de extranjería. El extranjero también recibe además una orden de prohibición de entrada al país durante un plazo determinado. Esta expulsión está asociada generalmente a graves incumplimientos de la normativa en materia de residencia. En la República Checa se dictan cerca de 2000 órdenes de expulsión administrativa al año.