El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH) condenó a Italia, en su sentencia de 9 de abril, por violar el Artículo 3 de la Convención de Derechos Humanos, que prohíbe la tortura y el trato inhumano o degradante.
El tribunal juzgó una demanda sobre la violencia y el abuso ejercido contra decenas de manifestantes antiglobalización y periodistas en la escuela Diaz durante una carga de la policía, y sobre la tortura que se llevó a cabo en el centro de detención de Bolzaneto. Ambas actuaciones tuvieron lugar durante la cumbre del G8, de 2001, en Génova.
50.000 firmas
La ONG italiana Antígona ha lanzado una petición para la inclusión del delito de tortura en el código penal de Italia. Ya ha sido firmada por casi 50.000 personas, 30.000 de las cuales firmaron tras la sentencia del CEDH.
El tribunal de Estrasburgo condena específicamente a Italia tanto por la actuación policial, como por el hecho de que el país no tenga una ley que castigue el delito de tortura. Señala el carácter estructural del problema y recomienda que Italia establezca medidas legales y prácticas eficaces para castigar a los culpables de tortura y otros abusos.
El Parlamento italiano comenzó la discusión sobre la inclusión del delito de tortura en el código penal hace muchos años, pero el proyecto se archivó por la fuerte oposición de algunos partidos políticos, especialmente los de extrema derecha.
"Debate acalorado"
La Cámara de Diputados retomó el debate algunas semanas antes de la sentencia del tribunal, y el 9 de abril aprobó un Proyecto de Ley ya aprobado en primera lectura por el Senado. Llega 27 años después de que Italia ratificara la Convención contra la tortura de la ONU. Pero, como el texto ha sufrido algunas enmiendas, debe ahora volver al Senado para su aprobación final.
La esperanza de Antígona es que la condena a Italia del CEDH desate un debate acalorado en todo el país para concienciar sobre este asunto y presionar a los senadores para que aprueben la ley con rapidez y sin más enmiendas.
Sería vergonzoso que las dos cámaras se enzarzaran en un toma y daca. En otras ocasiones, esto ha llevado a que finalmente no se saque nada adelante, y muchos proyectos de ley han terminado así.
"Defectuosa y mediocre"
Antígona es consciente de que no es la mejor ley posible. Por ejemplo, define el delito de tortura como un delito "común" que puede ser cometido por cualquiera; no como un delito "propio" atribuible únicamente a los funcionarios públicos.
Pero no se puede esperar más. La ley debe ser aprobada tal como está, aunque sea defectuosa y mediocre. Si no, se corre un gran riesgo de que el delito de tortura se quede fuera de nuestro sistema jurídico durante muchos años más.
La aprobación por la Cámara de Diputados ha sido un gran logro. Esperamos, de verdad, que el Senado cumpla e incluya finalmente el delito de tortura en el código penal italiano.
Grazia Parisi