Las organizaciones de la Plataforma 112, la Asociación de Periodistas de Croacia, el Comité Cívico por los Derechos Humanos, la Liga Antifascista y Domino reaccionaron contra la prohibición del programa satírico "Montirani proces" (juicio montaje").
Las ONG croatas exigen una explicación de las autoridades sobre su decisión de cancelar el programa satírico Montinari proces, que se emitía en la radiotelevisión croata (HRT), el servicio mediático más importante de Croacia, parcialmente financiado por los ciudadanos.
Libertad artística
El programa se emitía a nivel nacional y las ONG están particularmente preocupadas de que se haya prohibido en este momento, en medio de un contexto político y social en el que el discurso de odio y la incitación a la intolerancia se relativizan.
TRas la cancelación de todos los episodios pendientes del programa, las ONG expresaron su profunda preocupación en una carta abierta al Consejo de Programas de HRT, el comisionado de los espectadores y oyentes de HRT, y el Consejo de Medios Electrónicos.
La ONG creen que está decisión con graves consecuencias, pone en cuestión la libertad de expresión y la libertad asrtística en HRT. Advierten que resulta problemática en dos aspectos: en primer lugar, los motivos difusos sobre los que se fundamenta la acusación de difundir intolerancia, en segundo lugar, que no queda claro que poderes o responsabilidades están detrás de la toma de esa decisión.
Excusas vacías
La dirección de HRT justificó la decisión en base al hecho de que una parte del guión mostraba contenido que no era adecuado para su difusión a través de HRT, pues era totalmente contrario a la misión, valores y principios de la emisora. Además, pensaban que este contenido se estaba usando de forma indebida con el objetivo de incitar a la intolerancia religiosa, étnica y de otros tipos.
Las ONG advierten que la conclusión de HRT de que el contenido "es contrario a su misión, valores y principios", que la sátira estaba utilizándose "de forma indebida" para incitar a la intolerancia étnica y religiosa suena muy poco convincente. Además, se suma a las calificaciones vacías y la manipulación de la sátira política y consigue relativizar de este modo los peligros que sí existen en la realidad política actual, en la que figuras políticas importantes no cesan de difundir este tipo de intolerancia.
La carta completa está disponible aquí.