El portal de noticias 444.hu filtró el texto borrador para el proyecto de ley que será discutido proximamente en el parlamento húngaro.
La ley, inspirada en otras leyes similares en Rusia, Israel y otros países identifica a las ONG que reciben más de 7,2 millones de HUF (aproximadamente 24.000 dólares) en donaciones extranjeras al año como una amenaza para la seguridad y la soberanía nacional. Exige que se registren como organizaciones de sociedad civil financiadas desde el extranjero (CSOFA) en un plazo de 15 días.
También deberán cumplimentar un formulario detallando y explicando cada transferencia bancaria recibida del extranjero. Las CSOFAs se publicaran en el Portal de Información Civil del gobierno y tendrán que publicar esta información en sus sitios web y en todas las publicaciones que entren dentro de la ley de medios.
Si una ONG no cumple con los requisitos de la ley recibirá un aviso en primera instancia, y luego una multa. No pagat la multa puede derivar en la prohibición de la ONG.
Ataque a la sociedad civil
Esta ley es un nuevo ataque de la guerra del gobierno de Orban contra la sociedad civil. Guerra que se ha acelerado tras la elección del presidente Trump en Estados Unidos y que ha envalentonado a los responsables políticos en Hungría.
Szilárd Németh, vicepresidente del partido gobernante Fidesz, anunció el año pasado que las ONG financiadas por George Soros deben ser "eliminadas" de Hungría.
De acuerdo con la Unión de Libertades Civiles Húngara (HCLU), miembro de Liberties, el objetivo de la ley es simplemente oprimir las voces civiles críticas. De hecho, la base de la ley citada por el gobierno es una mentira: HCLU y otras ONG similares están sirviendo intereses nacionales, no internacionales. HCLU protege los derechos de las personas contra el gobierno. Los intereses del gobierno no son los mismos que los intereses de la nación.
HCLU señala que son una organización sin ánimo de lucro legal bajo la ley húngara actual,al servicio de los intereses públicos y que trabaja para el bien común. La organización ofrece un servicio de asistencia jurídica gratuita para ayudar a quienes han sufrido vulneraciones de derechos por parte del Estado húngaro. Entre ellos, hay personas a las que no se las permitió protestar, periodistas vetados del Parlamento, o personas con discapacidades que no tienen acceso a una educación apropiada.
El argumento del gobierno de que ONG como HCLU trabajan sin ningún tipo de transparencia tampoco está fundado: nuestro miembro húngaro publica sus informes financieros.
Ataque a la educación financiada por Soros
El ministro de Recursos Humanos propuso otro proyecto de ley dirigido a la Universidad Centroeuropea, fundada por George Soros en 1991, que efectivamente obligaría a que la universidad tuviera que trasladarse a otro país.
Si se aprueba por el Parlamento, la versión húngara de la ley de agentes extranjeros probablemente estigmatizará y aislará a las ONG, y abrirá una carta blanca para que las autoridades puedan atacarlas bajo la excusa de estar realizando investigaciones administrativas o fiscales.
Aunque en otros países se han aprobado leyes similares, Hungría es el primer Estado miembro de la UE que promulga una legislación de este tipo.