Decenas de miles de personas se reunieron en Bucarest y en otras ciudades en la 3ª noche de protestas contra el decreto que liberará a docenas de cargos públicos encarcelados por corrupción. El Primer Ministro se niega a retirar la medida, pero el Presidente ha prometido llevarla a los tribunales. Los críticos dicen que así se echa por tierra los avances en la lucha contra la corrupción tras la incorporación de Rumanía a la UE en 2007. Más de 200.000 personas se manifestaron en toda Rumanía el miércoles y, de nuevo, ayer, en la mayor protesta pública en el país desde la caída del comunismo