Tras dos semanas de protestas contra el intento del gobierno de diluir la legislación anticorrupción, los diputados rumanos han consensuado una propuesta de referéndum sobre cómo combatir la corrupción. El referéndum es una idea del Presidente Klaus Iohannis, adversario político del gobierno de centro-izquierda, por lo que le corresponde a él formular la pregunta y elegir una fecha. El desencadenante de las manifestaciones recientes (las más multitudinarias del país desde la caída del comunismo) fue el decreto que hace que la corrupción solo sea punible si los daños superan los 40.000 euros.