Investigaciones de la Agencia Nacional Holandesa para los Datos de Identidad muestran que, de media, uno de cada diez pasaportes tiene las huellas dactilares al revés. Hace solo unos años que las huellas dactilares, procesadas en un chip, han empezado a ser registradas. Muy probablemente, algo funcionó mal en las oficinas municipales de pasaportes a resultas de un uso incorrecto del equipo utilizado para tomar las huellas. De acuerdo con el ministro del Interior, Ronald Plasterk, no hay implicaciones directas para los ciudadanos, ya que las huellas dactilares aún no han sido utilizadas.