Hace quince años, en julio de 2001, la cumbre del G8 se celebró en Génova. Fue un completo desastre para Italia. "La mayor suspensión de los derechos democráticos en un país occidental desde la Segunda Guerra Mundial", fue la descripción de Amnisitía Internacional de aquellos días.
Durante tres días de protestas, se produjeron graves enfrentamientos y muchas personas fueron objeto de la brutal violencia policial. El 20 de julio, una bala disparada por un joven agente de policía causó la muerte de Carlo Giuliani.
Una muerte, una redada, violencia en los cuarteles
El día después de la muerte de Carlo Giuliani, las fuerzas policiales en entraron en la escuela Diaz, donde dormían muchos activistas y periodistas, con material antidisturbios
Con increible violencia y brutalidad, agredieron a quienes se enconraban durmiendo , desarmados e incapaces de defenderse. Fue una verdadera "carnicería", en palabras de uno de los autores de la violencia.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó esta actuación y la calificó de tortura en una sentencia muy dura contra Italia el año pasado.
Italia todavía está esperando la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre lo que aconteció en los cuarteles de Bolzaneto, el lugar que se utilizó durante la cumbre del G8 en Génova como cárcel temporal para encerrar a los manifestantes detenidos durante los enfrentameintos.
Huesos rotos, humillación, horas y horas de estar de pie, o tumbados sobre sus fluidos corporales, desnudos, postrado, desarmados, en un agujero negro de derechos suspendidos: por eso pasaron cientos de manifestantes a manos de las fuerzas policiales en Bolzaneto, de acuerdo con las duras sentencias dictadas por jueces italianos.
Para evitar otra condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el gobierno italiano propuso recientemente una compensación de 45.000 euros por cada instancia de abuso sufrido en los cuarteles de Bolzaneto. Al margen de lo que ocurra en Estrasburgo, no habrá una justicia verdadera por lo que ocurrió en Génova.
Hasta que la tortura no sea un delito, no habrá justicia
No se hará justicia porque en Italia, todavía a día de hoy, no existe el delito de tortura. El debate sobre una ley que introduzca el delito de tortura en el código penal se ha pospuesto debido a la presión de los partidos políticos de derecha que sostienen que una ley así obstaculizaría la labor de la policía y de las fuerzas de seguridad en momentos de crisis severa.
Los representantes de la sociedad civil han expresado su profunda preocupación por la decisión de retrasar aún más la introducción del delito de tortura. Italia ya está décadas por detrás de otros países en este sentido, y violaciones graves, como las perpetradas en Génova han quedado impunes porque no existe el delito de tortura.
¿Cuánto tiempo más tendrá que esperar Italia para tener una justicia justa ?