El último episodio de violencia policial en Rumanía involucra la paliza que recibió el periodista Ștefan Mako tras ser arrestado después de filmar a dos oficiales pegándole patadas y puñetazos a un ciudadano. Grupos de la sociedad civil están pidiendo que se tomen medidas contundentes contra estas actuaciones escandalosas, entre ellas, el cierra de la comisaría bucarestina dónde ocurrieron muchos de los casos de golpizas.
Mako iba en su bicicleta por el centro de Bucarest el 10 de noviembre cuando vio como dos agentes golpeaban y tiraban un hombre al suelo. Mientras el periodista grababa la paliza con su teléfono, un agente vestido de paisano se le acercó y le dijo que se fuera.
Se negó, alegando que estaba en un espacio público y siguió a los agentes mientras llevaron al detenido a la comisaría más cercana. Mako estaba afuera cuando fue detenido por otros dos agentes y llevado adentro, dónde fue interrogado y abusado. Tras esto, fue puesto en libertad y se acercó al hospital, donde los médicos diagnosticaron que había sufrido un "trauma torácico contundente".
La Comisaría 10
La ONG Apador-CH ha sido contactada por otras tres personas que, como el Sr. Mako, alegan que fueron abusadas por agentes que trabajaban en la Comisaría 10 de Bucarest. Todas las víctimas describen como fueron arrestadas y luego abusadas verbal y físicamente.
APADOR-CH ha interpuesto una denuncia ante el Departamento de Asuntos Internos de la Policía, y dos de los casos están siendo investigados por fiscales. La ONG también ha pedido que la Inspección General de Policía cierre la Comisaría 10 y que transfiera sus agentes a la sede principal.
Abuso coordinado
También se hizo una solicitud para que se lleve a cabo una investigación general sobre el comportamiento de la policía en el casco antiguo de Bucarest, donde se encuentra la Comisaría 10. Policías de diferentes comisarías a veces trabajan juntos cuando golpean a ciudadanos, deteniéndolos en el casco antiguo y llevándolos a lugares designados fuera de la zona y fuera de la vista de sus superiores.
La falta de acción por parte de Rumanía contra la violencia policial ha resultado en que sea condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En su sentencia más reciente, en el caso de Flămânzeanu v. Rumania, determinó que Rumanía había violado los derechos de un hombre al no investigar la paliza que recibió a manos de la policía. Actualmente hay varios casos ante el Tribunal que originan en la falta de investigación a los abusos de la policía en Rumanía.
Ver el video
Aquí puedes ver la grabación filmada por el periodista Ștefan Mako, en los momentos antes de ser detenido y golpeado. El video muestra sólo un fragmento de la grabación, que se pudo recuperar de su teléfono a pesar de que la policía haya intentado borrarlo.