Consejos durante una entrevista de
trabajo
Después de que Politico.eu escribiera sobre los incidentes de acoso sexual en el Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE), al menos seis antiguas empleadas afirmaron que las prácticas sexistas eran habituales en el instituto. Tres miembros del personal del EIGE fueron acusados de acoso sexual.
Una empleada de EIGE que quería ascender en su carrera profesional sufrió en 2012 este tipo de prácticas en una entrevista: la persona encargada de realizar la contratación le tomó una foto y le invitó a "cenar y desayunar" a cambio del puesto. Pero cuando ella lo denunció al gerente de Recursos Humanos del Instituto, ni él ni ninguna otra persona a cargo dio una respuesta adecuada.
Las becarias del Instituto también han denunciado acoso sexual: afirman que los hombres trataban de ligar con ellas en múltiples ocasiones, hacían chistes ambiguos, les invitaban a salir e incluso les tocaron de manera inapropiada y siguieron. Finalmente, se investigaron tres denuncias de becarias y dos de ellas se consideraron válidas. Todas las personas acusadas de acoso ya no trabajan en el Instituto.
Una reacción rápida de la dirección y la creación de un ambiente de trabajo adecuado son las claves
"La clave es que el acoso no se puede ignorar o dejar para otro momento. La persona que lo sufre, lo pasa mal a nivel psicológico y es importante que la organización reaccione de forma inmediata y que lleve a cabo todo tipo de investigaciones", señaló Virginija Langbakk, directora de EIGE, al Human Rights Monitoring Institute refiriéndose a la situación.
La directora de EIGE también destacó otro aspecto importante: crear una ambiente de trabajo adecuado. "La dirección tiene la responsabilidad de crear un ambiente en el que las víctimas puedan hablar libremente sobre acoso. EIGE adoptó una política de tolerancia cero hacia el acoso en 2014, No se puede justificar el acoso simplemente porque a alguna gente le parezca algo aceptable y tolerable" afirmó Langbakk.
Cuando se refirió a los casos de acoso en el Instituto Europeo para la Igualdad de Género que publicó Politico.eu, Langbakk señaló que aprendió mucho del incidente. "Aunque no sirve para sanar el daño que sufrieron las víctimas, hemos aprendido mucho de esto y tenemos que tratar de evitar que estos casos se repitan". De acuerdo con la directora de EIGE, estos incidentes dejan claro cuáles son sus puntos débiles como organización, siempre y cuando se hagan las preguntas importantes: por qué denuncian o no las víctimas, y si los empleados tienen la suficiente confianza en las personas encargadas de resolver estas cuestiones (asesores confidenciales). También ha servido para que el Instituto elabore un mecanismo de respuesta más efectivo.