Hace cuatro días, Alena Krempaská, activista del Instituto de Derechos Humanos fue agredida por dos hombres al salir de su oficina en Bratislava. Krempaská estuvo ingresada en el hospital una noche aunque ya está estable, según informa su compañero de trabajo Peter Weisenbacher, director ejecutivo del Instituto de Derechos Humanos.
Según Weisenbacher, los agresores no han sido identificados y no hay testigos ni registros de ninguna cámara, pero “todo el mundo está de acuerdo que fue por razones políticas".
Weisenbacher escribió anteriormente que a Alena "le arrojaron al suelo, le golpearon la cara y le llamaron "puta". Todo unas horas después de que Alena y otros compañeros fueran atacados verbalmente y amenazados violentamente en una manifestación organizada por los partidos parlamentarios de derecha SaS (Libertad y Solidaridad) y OĽaNO (Gente Común y Personalidades Independientes).
Alena pasó la noche en el hospital por miedo a haber sufrido una conmoción. Afortunadamente, las pruebas médicas no confirmaron esta sospecha y pudo irse a casa a recuperarse ahí.