El reciente IX Informe sobre Seguridad en Italia y en Europa, elaborado por Unipolis, revela que el 60% de los italianos quiere reintroducir los controles fronterizos, una cifra mayor que la de Francia, España y Alemania. Es decir: más de la mitad de la población quiere suspender el Tratado de Schengen y la libertad de movimiento en Europa, que produjo un robustecimiento inestimable de la integración europea. Al optar por fronteras y muros, están optando por la destrucción de la zona de libertad de movimiento, y los resultados de esas medidas pueden ser dramáticos.