El Bundestag ha aprobado una ley que reforma el derecho de residencia y la terminación de la misma. Por primera vez la normativa no se basa en fechas determinantes, lo que mejorará la situación de los migrantes que lleven tiempo siendo tolerados. Facilita al Estado la deportación o expulsión de los extranjeros que no tengan posibilidades de obtener el permiso de residencia. El grupo de derechos humanos Pro Asyl ha aplaudido la normativa como un paso en la dirección correcta, pero ha criticado que podría significar una ampliación de las detenciones predeportación de los solicitantes de asilo.