Amnistía Internacional ha llamado la atención sobre el uso de pistolas taser por la policía. Consideran que su uso, en situaciones que no amenazan directamente la vida, constituye una violación de la prohibición de la tortura y el trato inhumano y degradante. La organización sostiene que los agentes optan demasiado fácilmente a usar estas armas frente a otras opciones y que es preciso realizar una investigación más profunda. No es la primera vez que se cuestiona el uso de tasers, ya lo han hecho anteriormente el Instituto Neerlandés de Derechos Humanos, el CPT, varias ONG y la ONU.