Aryeh Neier, Fundador de Human Rights Watch y Presidente Emérito de Open Society Foundations, estuvo en España los días 9 y 10 de febrero dando una conferencia sobre el Derecho a la Protesta y ofreciendo entrevistas a diversos medios de comunicación.
El Sr. Neier tiene una dilatada experiencia en la defensa de los derechos y libertades civiles en Estados Unidos y en muchos otros países, por lo que podía hablar con conocimientos de causa. Abogado de profesión, ha fundado, dirigido y presidido numerosas e importantes organizaciones de defensa de los derechos y libertades civiles, tales como Human Rights Watch, la American Civil Liberties Union (ACLU), y la Open Society Foundations (Fundación de la que hoy es su Presidente emérito), el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), Article 19 o la Media Legal Defence Initiative.
En su conferencia dejó claro la importancia vital que tiene el derecho a la protesta en el correcto funcionamiento de un sistema democrático: “las manifestaciones pacíficas han jugado un papel decisivo a la hora de transformar muchos países”, dijo, de este tipo de protestas, calificándolas de un “instrumento de diálogo constante entre la ciudadanía y el poder político”. De hecho, recalcó que las concentraciones y manifestaciones “son la única herramienta que puede utilizar la gente normal para hacer llegar sus demandas al Ejecutivo; porque, por ejemplo, los grandes grupos empresariales, como los lobbies sí tienen otras vías”.
El único límite que puede introducir la ley al derecho a la protesta, a su juicio, es la violencia; de otra forma, los manifestantes pierden legitimidad y sus demandas serán difícilmente compartidas por el público general. Además la violencia “sirve a los gobiernos para criminalizar los movimientos y justificar sus restricciones”. También recalcó la importancia de poder monitorear las actividades de la policía en las manifestaciones para evitar (o en su caso, denunciar) posibles abusos: “los ciudadanos tienen que ser capaces también de monitorear la manera en la que las autoridades reaccionan, tener observadores que vean lo que pueda suceder; que, si la policía se sobrepasa, puedan grabarlo, la policía debe poder ser identificada”. En este sentido, calificó de gravísimo que con la nueva Ley se pretenda multar a aquellos que tomen y difundan fotografías de policías.
Neier precisó además que un Gobierno, como es el caso del español, que pretende cercenar las libertades de reunión y de expresión, en realidad carece de confianza en sí mismo y sus políticas: “un Ejecutivo que actúa así constituye un riesgo para toda sociedad democrática. Tiende a actuar de forma arbitraria, sin pensar lo que hace. Y a la larga termina creando más problemas”, manifestó. A esto añadió: “la desigualdad está creciendo y eso influye en el aumento de las protestas. Y esto, a su vez, provoca la adopción de medidas represoras de la libertad de expresión”. “Los gobiernos restringen la protesta cuando se evidencia un descontento cada vez mayor hacia sus políticas. E intentan limitar estos derechos en un estadio temprano, para evitar que crezcan los grupos que se le oponen”.
Aryeh Neier también tuvo ocasión de pronunciarse sobre otras medidas adoptadas en España, preocupándole especialmente la introducción de las tasas judiciales. A este respecto, manifestó: “Lo peor a mi entender es esa introducción de las tasas judiciales. En el fondo, lo que están diciendo es que la justicia no es para todo el mundo, sino que la justicia es solo para aquellos que se la pueden pagar sin recuperar el dinero. Hay otros lugares donde hay que pagar tasas, pero en todos los casos que yo conozco recuperas las tasas si el juicio resulta a tu favor. E incluso si no es así, si el tribunal establece que no se trataba de un caso frívolo, también recuperas las tasas. La única base legítima para imponer tasas es disuadir las demandas frívolas y no acarrear gastos innecesarios para el Estado o los contribuyentes, pero la idea de hacer de la justicia algo que tienes que pagar es completamente equivocada desde mi punto de vista: es como pagar por el aire que respiras.”