Cada vez más ciudadanos checos consideran que no se deben otorgar permisos de residencia de larga duración a ciudadanos extranjeros. Desde marzo, el número de personas que piensa así ha aumentado de 11 a 16%, alcanzando la tasa más alta desde 2007. El 70 por 100 opinan que los extranjeros deben adoptar las costumbres locales, mientras que solo un 2 por 100 creen que deben vivir de acuerdo a sus propias costumbres. Cerca del 65 por 100, piensa que los extranjeros son responsables de que aumenten las tasas de criminalidad y desempleo y más de la mitad creen que suponen un riesgo para la salud.