El 11 de marzo, los nacionalistas celebraron su marcha anual por la calle principal de Vilna, con el polémico grito de "Lituania para los lituanos". En 2008, el desfile causó una oleada de indignación por sus consignas antisemitas, que incluían "Juden Raus" (Fuera judíos). Sin embargo, mientras que en los últimos años había habido un incremento considerable de participación, este año ha ocurrido lo contrario: solo acudieron unas 1000 personas y, además, en un evento alternativo, por la unidad de todos los ciudadanos, participaron casi cuatro veces más personas.