El pasado octubre, el Gobierno de Bélgica, a iniciativa de la ministra de Justicia Annemie Turtleboom, extraditó a Nizar Trabelsi a Estados Unidos. El Gobierno decidió no esperar a que Tribunal Europea de Derechos Humanos (TEDH) resolviera la demanda del señor Trabelsi, en el que expresó su preocupación sobre cómo iba ser tratado en Estados Unidos.
Bélgica ignora al Tribunal de Derechos Humanos
La decisión unilateral del Gobierno belga de aprobar la solicitud de extradición interpuesta por Estados Unidos, donde Trabelsi enfrenta cargos de terrorismo, efectivamente impidió su último recurso legal. La decisión también violó la obligación del país de esperar el pronunciamiento del TEDH, que había emitido una medida cautelar en 2011 pidiendo que se suspendiese la extradición hasta que recayese una resolución definitiva. El Gobierno hizo varias solicitudes para que levantase la medida cautelar, todas las cuales fueron desestimadas por el Tribunal.
Nizar Trabelsi fue condenado por posesión ilegal de armas y otros cargos por un Tribunal belga en 2003 y fue sentenciado a 10 años de cárcel. Las autoridades estadounidenses enviaron una solicitud de extradición a Bélgica en 2008, tras emitir una orden para su arresto por cargos relacionados con la planificación de un ataque a una base militar. A Trabelsi le preocupa no sólo el tratamiento que recibiría mientras estuviese bajo la custodia de Estados Unidos, sino también de la posibilidad ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de defenderse.
La extradición violó los derechos humanos
En su decisión del 5 de septiembre de 2014, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos resolvió que aunque una cadena perpetua como sentencia no es intrínsecamente desproporcionada, Bélgica había violado el artículo 3 de la Convención sobre los Derechos Humanos (que prohíbe la tortura y tratos inhumanos o degradantes) al extraditar a un país donde una condena podría llevar a una sentencia de por vida irreducible. El TEDH también dijo que Bélgica había incumplido sus compromisos con la Convención al extraditar a Trabelsi antes de que el Tribunal se pronunciase.
La Liga de Derechos Humanos da la bienvenida a esta decisión. La sentencia del TEDH refuerza el entendimiento de que todos los ciudadanos son iguales ante la justicia, independientemente de cualquier otra consideración. El respeto a los derechos fundamentales no puede estar sujeto a excepciones, incluso para alguien como el Sr. Trabelsi, y la decisión de Bélgica de extraditarle suscita dudas sobre la aplicación de la ley en el país. La decisión viola sus derechos humanos y las obligaciones internacionales del país y muestra una falta de respeto al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El Tribunal concedió el Sr. Trabelsi 90.000 euros por daños y gastos.