El gobierno italiano aprobó recientemente una enmienda a la ley de legítima defensa que ahora debe ser evaluada y aprobada por el Senado para convertirse en ley. La ONG italiana Antigone ha expresado su preocupación por el contenido de la propuesta y las consecuencias preocupantes que pueden derivar de su aplicación en materia de seguridad pública
La legítima defensa en Italia
La legítima defensa siempre ha sido tema de debate en la política italiana: la ley original se basaba en un principio racional de proporcionalidad entre el atacante y su víctima.
Esta ley se enmendó en 2006, cuando uno de los principales partidos de centro derecha de Italia, Lega Nord, apoyó un proyecto de ley que legitimaría el uso de un arma legal para proteger a personas o propiedades de atacantes o ladrones, en casa o en el lugar de trabajo. Pero esta enmienda no otorgaba legitimidad a ningún tipo de defensa si esa defensa propia se ejercía contra alguien que no tiene la intención de hacer daño.
El último proyecto de ley aprobado en el Parlamento es un paso más hacia la despenalización del uso de armas de fuego para la legítima defensa, amplía la gama de escenarios en los que una persona puede matar a otra sin afrontar ningún cargo penal. Indica que la defensa es legítima con cualquier tipo de arma cuando se realiza por la noche, tanto si la violencia se dirige a hacia gente o a la propiedad.
Además, cualquier persona que utilice una fuerza letal en una situación donde la vida, la propiedad o las libertades personales se vean amenazadas no será perseguida, ni siquiera investigada. De manera similar, la reacción de alguien que actúe bajo un trastorno psicológico grave se considerará a priori justificada y no estará sujeta a ninguna acusación de defensa desproporcionada.
Crear un clima de inseguridad
Esta ley crea un paisaje preocupante. Como señala Antígone, en un momento en el que los delitos contra las personas están disminuyendo y la tasa de homicidios está en su punto más bajo, sacrificar la norma de la proporcionalidad para permitir que la gente ejerza cualquier tipo de defensa casera, realmente amenaza con aumentar la tasa de homicidios y disminuir la seguridad.
La legitimación de la defensa en un ámbito tan amplio, junto con la ausencia, en algunas circunstancias, de cualquier tipo de cargo contra el acusado, corre el riesgo de conducir a Italia a un estado de despenalización y de des-responsabilización parecido a algunos estados de EEUU, que no son un modelo al que aspirar.
Es demasiado fácil encontrar una justificación que afirme que estabas sufriendo un malestar psicológico, y demasiado difícil demostar si eso o no cierto.
La aprobación de esta ley fue promovida por impulsos políticos populistas que presentan unas amenazas a la seguridad que simplemente no existen. Por el contrario, una ley de este tipo fomentará un clima de inseguridad, donde la gente puede hacer justicia por su cuenta.
Por lo tanto, Antigone insta al Senado a que reconsidere la enmienda en basea a estas condiciones, a través de una petición que ya han firmado muchas personas, y que espera que el gobierno deje de ir hacia atrás y vuelva al camino del progreso y el establecimiento de los derechos civiles.