Desde enero de 2017, la posesión de cualquier cantidad de sustancias ilegales para uso personal es un delito penal en Lituania que se castiga con cárcel.
Desde entonces, se presentó una propuesta de reforma en el parlamento, pero no fue aprobada. Esta proponía eliminar la penalización de la posesión de pequeñas cantidades de droga para uso personal, y que las sanciones penales actuales pasaran a ser sanciones administrativas.
A pesar de esto, la campaña de la coalición Galiu gyventi ("Puedo vivir") señala que las enmiendas fallidas tampoco suponían un cambio de mirada que virara del castigo a una política integral de ayuda para las personas que consumen drogas.
Por ello, se unieron a Drugreporter para comenzar una campaña mediática y promover una política de drogas más equilibrada y basada en la realidad lituana.