La cárcel de la ciudad italiana de Gorizia acaba de abrir oficialmente una sección para homosexuales, aunque ya existen "secciones gay" informales en cárceles de todo el país. ¿Pero supone esto una solución verdadera?
Los homosexuales en las cárceles a menudo están expuestos a discriminación y violencia. La violencia sexual tras las rejas, desgraciadamente es habitual y los presos homosexuales son frecuentemente objeto de abuso sexual, aunque no podemos saber en qué medida, ya que no existen estadísticas oficiales sobre el número de violaciones u otro tipo de violencia sexual en las cárceles italianas.
La apertura de una zona homosexual en la cárcel para abordar el problema, no es un fenómeno nuevo en Italia: de hecho, se crearon varias áreas reservadas en varias cárceles italianas hace unos años. No hay iniciativas estructuradas, pero los directores de prisiones utilizan estas áreas para garantizar la seguridad de los presos que son víctimas de violencia debido a su orientación sexual.
También es común que los propios presos, como víctimas de la marginación y la violencia, pidan a los guardias que les trasladan a una zona restringida, donde se puedan proteger sus derechos.
¿Protección o segregación?
La creación de secciones protegidas es una respuesta a los peligros mencionados anteriormente. Sin embargo, también surge un nuevo problema con la creación de esta áreas: frecuentemente, estas personas tendrán que cumplir su condena en condiciones más duras.
En el caso de la cárcel de Gorizia, debido a la falta de personal, los internos de la zona reservada para presos homosexuales no tienen la oportunidad de participar en las actividades de reinserción. Es muy importante controlar esta situación para evitar que se convierta en el aislamiento total dentro de la cárcel.
Como señaló el secretario nacional de Arcigay, Gabriele Piazzoni, "Este tipo de medidas pueden servir para ayudar a resolver un problema ahora, pero no sirven de mucho si no se acompañan de un programa de concienciación sobre estas cuestiones. Debemos educar a los internos en la no discriminación y la eliminación del comportamiento violento".
La separación estricta entre presos heterosexuales y homosexuales está afectando de forma preocupante la dignidad de estos últimos, por ello es necesario pensar en soluciones alternativas que garanticen la proteccoón y dignidad de todos los presos. Las secciones separadas no bastan.