¿Qué puedes hacer cuando ves cómo los
políticos se embolsan los impuestos mientras las carreteras y las escuelas se caen a pedazos? ¿O cuando te niegan la posibilidad de protestar de forma pacífica por los recortes en el gasto público porque
la policía te impondrá una multa? ¿Qué pasa si quieres averiguar por qué exactamente te dicen que el Estado necesita espiar los correos electrónicos de los ciudadanos, pero los medios de comunicación afines al gobierno no te lo quieren contar realmente? ¿A quién puedes acudir cuando un hospital se
niega a operar a tu hijo para salvarle la vida porque no le gusta tu
religión? ¿O cuando te das cuenta que los jueces de tu país no te juzgan correctamente porque están controlados por políticos? ¿Qué pasa
si tu hermana es víctima de violencia doméstica pero el refugio que
le proporciona protección lo van a cerrar porque tus políticos no
creen que las mujeres tienen los mismos derechos?
Pincha aquí para leer la carta abierta.
Averigua por qué necesitamos un fondo para las libertades.
Podrías tratar de llevar tu caso a un tribunal local, o tal vez al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero es caro y complicado. Puedes intentar organizar una protesta o escribir una carta a un representante político. O tratar de investigar qué dice la ley. Pero solo eres una voz, una persona.
Todos necesitamos ONG
Aquí es donde entran en juego las organizaciones que defienden los derechos y la democracia, o las organizaciones no gubernamentales independientes. Nos ayudan a proteger nuestros derechos y llevan nuestros casos a los tribunales. Pueden ayudarnos a que nos organicemos junto con miles de otros ciudadanos de ideas afines para dejar claro a los políticos qué es lo que pensamos a través de protestas y peticiones. Pueden explicarnos claramente qué implican algunos cambios legislativos complejos en cuanto a nuestras libertades y cómo podemos luchar para protegerlas.
Sin embargo, estas organizaciones necesitan fondos para poder ayudarte a organizarte y proteger tus derechos, y la mayor parte de los gobiernos no quieren financiar a los activistas que los critican.
No solo Polonia, Hungría o Rumania intentan asfixiar a las organizaciones no gubernamentales independientes recortando o bloqueando las donaciones. La financiación en general de las organizaciones pro derechos y democracia es escasa en la mayor parte de la UE. El ascenso de la extrema derecha en toda Europa implica que las organizaciones que luchan por proteger nuestro modo de vida democrático y nuestras libertades tienen que hacer más con menos.
Por eso Liberties y otras 80 organizaciones de distintos países han enviado hoy una carta a la Comisión Europea y a los gobiernos nacionales en el Consejo Europeo pidiendo que se cree un nuevo fondo de apoyo a las organizaciones que luchan por los derechos y la democracia. El Parlamento Europeo ha apoyado la petición, pero la Comisión Europea ha hecho caso omiso a nuestros eurodiputados y en su lugar, ha presentado una propuesta para un programa de financiación que no ofrece ayuda a las organizaciones pro derechos y democracia que trabajan a nivel local o nacional.
Podemos evitar que desaparezcan los activistas que ayudan a los ciudadanos de a pie a luchar por sus derechos. Podemos insuflar vida a nuestras frágiles democracias y ayudar a que ciudadanos como tú se organicen y movilicen contra los nuevos autoritarismos. Pero solo lo lograremos si la UE emplea el dinero de nuestros impuestos en apoyar y financiar a las organizaciones que mantienen los derechos y las libertades en el corazón de Europa.