Dieciséis romanís rumanos han presentado una denuncia contra Polonia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por el derribo de sus casas en julio de 2015 por orden del ayuntamiento de Breslavia. Había 4 casas en el campamento y un cuarto con material de calefacción y un generador de electricidad. Los demandantes, niños y adultos, vivieron allí desde 2009 hasta la fecha de demolición. No fueron informados de los planes de derribo o de la fecha de desalojo. Salieron de sus casas la mañana del 22 de julio y volvieron por la tarde, para encontrarlas destruidas.