El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha comunicado al gobierno polaco que evaluará otro lamentable caso relacionado con ciudadanos extranjeros en un centro de detención de migrantes.
Se trata de una familia formada por dos progenitores y dos menores de Tayikistán que intentó en numerosas ocasiones solicitar protección internacional en el paso fronterizo de Medyka señalando eran víctimas de persecución.
Todos sus intentos de conseguir un estatus de protección fueron denegados por la guardia fronteriza polaca. Finalmente su solicitud fue aceptada en octubre de 2017, después de más de 10 intentos frustrados y poco después, toda la familia fue detenida y llevada al centro de detención para extranjeros de Przemyśl.
Consecuencias psicológicas
Mientras se encontraba en el centro de detención para migrantes, a la madre le diagnosticaron problemas psicológicos derivados de la violencia sufrida en Tayikistán y de su estancia en un centro de detención en Polonia.
El tiempo transcurrido en el centro de Przemyśl también tuvo consecuencias negativas sobre los menores. A pesar de ello, ni la policía fronteriza ni los tribunales polacos tuvieron en cuenta la documentación médica presentada por la madre. Los tribunales rechazaron designar a un experto para que evaluara el impacto que tenía la detención sobre la salud de la mujer.
Tras 10 meses de estancia, la mujer intentó suicidarse, por lo que fue trasladada a un hospital psiquiátrico. Sin embargo, incluso a pesar de esta situación, el policía de fronteras de nuevo pidió a un tribunal la ampliación de la estancia de la mujer en un centro de detención.
Una sentencia diferente
Finalmente, el Tribunal de Distrito de Przemyśl decidió examinar la documentación médica y psicológica y ordenó la puesta en libertad de la familia. En estos procedimientos la madre fue representada de forma gratuita por el abogado Michał Jabłoński junto con Dentons Europe Dąbrowski i Wspólnicy sp.k.
Debido a que fue evidente, casi desde el principio, que la familia había sufrido violencia en su país de origen y que la mujer sufría trastorno de estrés postraumático (TEPT), el caso se presentó ante el TEDH por violación del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Las víctimas de violencia no deben ser detenidas
"De nuevo tenemos un caso relacionado con la detención de migrantes que han sufrido violencia en sus países de origen, y cuya detención ha tenido consecuencias sobre su salud. La ley es clara: no se debe llevar a un centro de detención a personas que han sido víctimas de violencia", explica Jacek Białas, el abogado de la Fundación Helsinki por los Derechos Humanos -organización miembro de Liberties- que representa a la familia ante el Tribunal de Estrasburgo. "Antes de llevar a una persona a un centro de detención, las autoridades tienen la obligación de establecer si existe alguna contraindicación para hacerlo, pero la experiencia nos muestra que los organismos de inmigración han incumplido continuamente esta obligación. Además, en el caso concreto de esta familia, han ignorado también los intereses de los menores. Esperamos que en los próximos casos de este tipo, que probablemente se presentarán ante el TEDH, los extranjeros que soliciten protección en Polonia reciban un trato justo y legal", añadió el señor Białas.