Este año, el discurso del estado de la Unión de Jean-Claude Juncker puede verse en retrospectiva como un impulso para el cambio en Europa.
Tras años de declive económico y decepción, el presidente de la CE pudo, por primera vez, lanzar un mensaje fuerte que resonó positivamente en los medios de comunicación europeos. Su "uni-visión para Europa" para cerrar la brecha entre Europa Occidental y los países de Europa Central y Oriental puede ser exagerado. Pero su promesa de fortalecer el legado democrático de la UE y de una mayor integración económica, es una señal prometedora que marca el surgimiento de una Europa que escucha mejor a sus ciudadanos y que refleja mejor las realidades de sus comunidades.
"Nuestra Unión necesita un salto democrático hacia adelante. Con demasiada frecuencia, las elecciones europeas se reducen a la suma de las campañas nacionales, pero la democracia europea merece algo mejor. Deberíamos ofrecer a los partidos europeos los medios para organizarse mejor", afirmó Juncker en su discurso sobre el Estado de la Unión.
Incluso las instituciones europeas admiten la Iniciativa Ciudadana Europea (ECI), el sistema de peticiones ciudadanas de la UE, no ha traído en sus primeros 5 años, el éxito que se esperaba. Solo se han iniciado 50 iniciativas y de estas solo 4 han logrado el millón de firmas necesarias. Algo parecido ocurre con los instrumentos de democracia directa de la UE: la falta de partidos europeos propiamente dichos y la enrevesada financiación de los partidos son solo dos de las cuestiones que impiden que los ciudadanos puedan confiar más en la UE.
Alberto Alemanno, académico y cofundador de la iniciativa "Good Lobby initiative", analizaba el paquete de la siguiente forma: "En línea con el discurso de Juncker, la Comisión parece sugerir que ha llegado el momento de que la UE se centre menos en las políticas y más en la política, quizá implicando a un mayor número de ciudadanos, tanto a nivel de las urnas como a nivel cívico. Además, la reforma de la ECI fomenta la democracia participativa, convirtiéndola en algo más asequible y fácil para los ciudadanos, y la propuesta de financiación de los partidos políticos tiene el potencial de fortalecer la democracia representativa en el espacio de la UE".
Qué puede ocurrir
Las reformas de la ECI, incluida la ampliación de la edad de voto de 18 a 16 años, están dirigidas a facilitar que los ciudadanos puedan iniciar o apoyar una canpaña, mediante la introducción de más herramientas digitales y la retirada de requisitos complicados. La CE también se ha otorgado el derecho de decidir sobre las ECI a nivel político para acelerar y simplificar la aceptación de las iniciativas ciudadanas. Como consecuencia de ello, solo se ha declinado la iniciativa "Stop Brexit", pues queda claramente fuera del ámbito de aplicación del reglamento. Los ciudadanos podrán traducir sus iniciativas de forma gratuita y votar con tarjetas de identificación electrónica (eID). También se creará una página web para subir las iniciativas simplifcada y unificada, y se proporcionará un servicio gratuito de recopilación de datos en línea para los organizadores. Reducir a 16 la edad para apoyar una iniciativa sumará 10 millones de potenciales participantes de la generación más formada en tecnología.
Sin embargo, según Alemanno "ninguna de estas reformas propuestas podrá abordar el défcit de empoderamiento cívico que caracteriza el proceso de toma de decisiones de la UE, aunque ambas tienen la capacidad de crear un ambiente propicio para el establecimiento de una agenda ciudadana, a través de un acceso más fácil a la ECI y una representación política más genuina (facilitando la entrada de nuevos partidos políticos europeos). Para esto último, el Parlamento y el Consejo tendrán que llevar totalmente a cabo sus reformas de la composición del Parlamento Europeo y de la legislación electoral de la UE".
Aún así, Alemanno señala que las reformas de ECI no abordan el elefante en la sala, que se resume en la campaña de la ECI sobre el Glifosato: ¿Qué sucede cuando una ECI se superpone con un proceso de toma de decisiones de la UE en curso? ¿Qué papel tendría el millón de firmas en una decisión de comitología? La campaña del glifosato plantea que ya no se puede argumentar que las ECIs y la toma de decisiones cotidiana en la UE son cuestiones que no están relacionadas.
Partidos verdaderamente europeos
Con la "Constitución" de la UE, el Tratado de Lisboa, la posibilidad de crear "partidos europeos" de verdad, se hizo realidad. Sin embargo, hasta ahora las familias de partidos del PE son un amalgama de partidos nacionales que a veces vinculan a grupos políticos con agendas vagamente parecidas.
Este aspecto no ha cambiado mucho desde la introducción en 2014 de la reglamentación sobre el estatuto y la financiación de las fundaciones políticas y partidos políticos europeos, a pesar de que pretende aumentar la visibilidad, el reconocimiento, la eficacia, la transparencia y la rendición de cuentas de los partidos políticos europeos. Por ello, la Comisión Juncker quiere aprobar las enmiendas antes de las elecciones de 2019 del PE con el fin de poder llevar a cabo un cambio tan necesario.
Sin embargo, sigue habiendo cuestiones problemáticas, por ejemplo cuando miembros individuales de un mismo partido nacional promueven la creación de distintos partidos europeos. O la distribución actual de la financiación para los partidos europeos, que no es suficientemente proporcional a la representación obtenida en las elecciones europeas. Para abordar afrontar ambas cuestiones, la CE propuso aumentar el porcentaje de financiación asignada en función de la cuota de real voto del 85% al 95%. Actualmente, el 15% de la financiación se comparte entre todas las partes, independientemente del número de votantes que representen.
Alemanno indica que la propuesta sobre la financiación de los partidos políticos es un recordatorio de que el artículo 7 no es la única arma de la que dispone la UE para presionar a los países -como Hungría y Polonia actualmente- que debiliten el Estado de derecho. Este Reglamento prevé un mecanismo de supervisión -ahora más reforzado- del cumplimiento por parte de los partidos políticos de los valores fundamentales de la UE. Si bien actualmente este mecanismo no se tiene en cuenta, es un poderoso instrumento de sanciones que debería utilizarse más. Sin embargo, como cerca del 30% de los diputados pertenecen a grupos políticos europeos cuyos partidos son percibidos o actúan como populistas (por ejemplo, el partido húngaro Fidesz del grupo PPE, Syriza y Podemos de Los Verdes-ALE y UKIP, AfD y M5S del Grupo EFDD), su uso todavía es un territorio vedado.
No hay una receta mágica
Ningún ciudadano racional de la UE debería tener muchas expectativas sobre los pasos arriba mencionados, a pesar de que ninguno sea excesivamente ambicioso. Sin embargo, después de años de una Comisión que ha tenido que defenderse continuamente, su presidente ha podido lanzar un mensaje positivo con el fin de mantener a la UE unida y, al mismo tiempo, ofrecer nuevas ideas que reduzcan el déficit democrático de la misma.
Como dijo Juncker: "Necesitamos partidos europeos con una verdadera dimensión continental y medios para marcar la diferencia."