Una vez más, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) se ocupa de los desalojos que intentan llevar a cabo las autoridades búlgaras, violando el artículo 8 (derecho a la intimidad y a la vida familiar) del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH).
Hogares destruidos
En los últimos años, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado a favor de múltiples denunciantes búlgaros -a menudo romanís- y contra el Estado búlgaro en casos relacionados con la destrucción de su único hogar, por parte de las autoridades.
Las sentencias anteriores del Tribunal indican claramente que las autoridades no pueden destruir la única vivienda de los ciudadanos, incluso si esta es ilegal, sin proporcionarles un alojamiento alternativo. Los hogares que han destruido las autoridades búlgaras constituyen los "hogares" de las víctimas, en virtud del CEDH, pues los denunciantes los habitaron durante muchos años, y todo el tiempo con el conocimiento de las autoridades. Expulsar a la gente de su hogar también interfiere con su derecho a una vida personal y familiar. Sin embargo, las autoridades búlgaras continúan ejerciendo esta práctica despiadada.
En el presente caso, el 12 de septiembre, el TEDH emitió una sentencia de amparo temporal para impedir el desalojo de una familia romaní de Plovdiv. Uno de los miembros de la familia tiene solo tres meses de edad. El Tribunal también anunció que este caso y otros cinco tendrán prioridad porque tienen siete hijos y tres tienen menos de un año.
Promesa vacía
En abril, las autoridades búlgaras prometieron al Tribunal que no destruirían los hogares de los denunciantes hasta que no se les proporcionara un «alojamiento alternativo adecuado». Pero a pesar de la promesa del gobierno, a principios de septiembre las autoridades municipales de la ciudad de Plovdiv informaron a uno de ellos de que su casa iba a ser destruida, sin ofrecer un alojamiento alternativo y a pesar de que su nieta tuviera solo 3 meses de edad.
Tras ser notificado, el TEDH emitió medidas provisionales para proteger al solicitante. Estas medidas prohíben que el gobierno destruya su domicilio hasta que se considere todo el caso. El Tribunal tiene un motivo clara para emitir el amparo y escuchar el caso completo con prioridad: la temprana edad del niño.
Una vez más, el TEDH ha enviado un mensaje claro a las autoridades búlgaras: no cuentan con un fundamento jurídico firme que les permita continuar con esos desalojos.