Ámsterdam hizo historia el 5 de septiembre de 1987, cuando reveló un monumento único e impresionante junto a la Iglesia de Occidente "para inspirar a hombres y mujeres gays y apoyarles en su lucha contra la negación, la persecución y la discriminación". Ahora, 30 años después, es el lugar de referencia para la comunidad LGBTI de Países Bajos y del extranjero. Allí acuden a poner flores en uno de los triángulos para conmemorar a seres queridos, celebrar un matrimonio, reunirse con amigos antes de salir de fiesta u organizar protestas.