Svatopluk Němeček, ministro de Sanidad de la República Checa, considera que las personas con problemas mentales deben ser estrictamente supervisados. Por lo tanto, quiere crear un censo electrónico especial y exigir a los médicos que incorporen al mismo a todos los pacientes con enfermedades mentales. Una visita a la consulta del psiquiatra sería suficiente para ser incluido en la base de datos.
El ministro dice que quiere prevenir las tragedias en las que los enfermos mentales atacan a otras personas, como los recientes incidentes en un colegio y una biblioteca, que terminaron en muertes, en ambos casos.
¿Seguirá la gente yendo al psiquiatra?
Las declaraciones del ministro Němeček han provocado un gran revuelo: no sólo entre los médicos, sino también entre los abogados.
"[El plan] es un absurdo total. Es una medida populista y poco profesional, cuya única idea es ocultar el hecho de que el ministerio no ha sido capaz de llevar a cabo ninguna medida sistemática", fue la respuesta airada de un representante del Instituto Nacional de la Salud Mental.
Según el mismo, incorporar personas a un censo no solucionará ningún problema. De hecho, conseguirá el efecto contrario: la gente preferirá dejar de ir al psiquiatra para evitar ser añadida a la lista, y los psiquiatras no dispondrán de medios para obligarles a seguir un tratamiento.
El vicepresidente de la Asociación de Psiquiatras tuvo una reacción similar: "No estoy de acuerdo [con el plan] en absoluto. Puede hacer daño a muchas personas", afirmó.
Vidas normales
De acuerdo con un abogado de la Liga de Derechos Humanos, la gran mayoría de los pacientes de psiquiatría están completamente estabilizados: "Estas personas llevan vidas completamente normales. Trabajan y crían bien a sus hijos y muchos de ellos tiene mucho éxito".
Por consiguiente, la supervisora de la Liga de Derechos Humanos considera que la propuesta de crear listas de personas potencialmente peligrosas es una caza de brujas, no una solución eficaz. "En primer lugar, es difícil imaginar en base a qué se incorporaría a la lista a las personas, además de que el estigma desanimaría a más pacientes a buscar ayuda profesional", explicó.
Señaló también que la recopilación de datos confidenciales en un censo es una violación del secreto médico y de los derechos personales de los individuos. "La mayoría de estas personas no han cometido jamás una infracción penal y estarían en la lista únicamente por su diagnóstico", declaró.
De acuerdo con los expertos, el Ministerio de Sanidad debería ocuparse del plan de reforma de la atención psiquiátrica y completarlo finalmente. La reforma pretende situar a los pacientes en comunidades que trabajen con ellos día a día y que controlen el tratamiento de una manera natural.
Dos ataques en seis meses
El ministro Němeček mencionó la creación del censo después de que, en un periodo de medio año, se dieran dos casos en la República Checa en los que un enfermo mental matara a otra persona.
Hace una semana, un joven bibliotecario fue apuñalado en la espalda por un hombre liberado de una clínica psiquiátrica, y el pasado verano, los alumnos de una academia de gestión comercial fueron atacados por una mujer con esquizofrenia, y un alumno de dieciséis años murió.
De acuerdo con el ministro, ha llegado el momento de plantearse la situación por medio de un censo. Pero la cuestión sigue siendo si esta solución es la apropiada.