Vecinos de la zona de Matulji han respondido con desobediencia civil a la construcción de una valla de alambre con cuchillas en la frontera entre Croacia y Eslovenia. Los habitantes de la zona están muy afectados por el comportamiento del ejército esloveno.
Los vecinos de la zona afectada han emprendido una campaña de sabotaje y han retirado una parte de la valla de alambre que ha colocado el gobierno esloveno para evitar que pasen refugiados por esa "línea divisoria desprotegida", que ni siquiera es parte de la ruta migratoria. Y aunque lo fuera, una valla de alambre de cuchillas no es la solución.
A esta acción de algunos vecinos, le han seguido muchas otras llevadas a cabo por viticultores, cazadores, montañeros o personas que viven cerca de la frontera. Otra de las iniciativas fue una acción masiva para cortar la valla el día 19 de diciembre, para demostrar que el alambre no tiene lugar en las fronteras.