El acuerdo con Libia: un agujero negro en los derechos humanos
Mediante la cooperación con las autoridades libias, Italia ha financiado a grupos ilegales que impiden que los migrantes salgan de Libia, donde están sometidos a tortura y violencia. De este modo, Roma está de facto institucionalizando una política de detención y abuso.
Este fue uno de los temas más complejos y sensibles tratado por el Relator del Comité de las Naciones Unidas Contra la Tortura (CAT) en Italia, quien examinó el cumplimiento de Italia de la Convención contra la Tortura durante la 62 sesión del Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura.
El Comité ha señalado también cómo el acuerdo con Libia es solo la última -y la más preocupante- manifestación de una tendencia hacia la externalización del control fronterizo a través de terceros países, sin preocuparse en absoluto por el respeto de los derechos humanos.
Políticas migratorias preocupantes
Además de los acuerdos con Libia, el comité de Naciones Unidas señaló otras críticas importantes sobre la política general migratoria italiana, como la preocupante práctica de las deportaciones colectivas y las expulsiones que no están precedidas de una comprobación minuciosa, exponiendo así a los migrantes al riesgo de que puedan ser torturados en sus países de origen (una violación del principio sagrado de no devolución).
El relator también criticó duramente el Memorándum Italiano de Entendimiento con Sudán, que no fue respaldado por el Parlamento antes de su puesta en marcha (como se suele hacer con los acuerdos bilaterales sobre migración), lo que llevó a la expulsión colectiva de 48 sudaneses a Darfur en agosto de 2016. Este caso contra Italia está pendiente en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El Comité expresó su preocupación sobre uno de los aspectos más discutidos de la nueva ley de inmigración y asilo, una petición de los ministros de Justicia e Interior Marco Minniti y Andrea Orlando respectivamente que querían suprimir la posibilidad de apelar la denegación de la solicitud de asilo. Esto, según el Comité, ha debilitado seriamente la protección de los refugiados.
Por último, criticó la permanencia en el Código Penal Italiano del delito de inmigración "ilegal", a pesar del compromiso para suprimir este delito.
'Un acto criminal'
"Hoy el Comité de las Naciones Unidas Contra la Tortura ha mostrado lo absolutamente inadecuada que es la política migratoria de Italia", dijo Patrizio Gonnella, presidente de la Coalición Italiana por los Derechos y Libertades Civiles (CILD).
"CILD ha denunciado la ilegitimidad del acuerdo con Libia, y lo ha calificado de 'acto criminal'. De hecho, parece que estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para impedir la entrada de migrantes: detenciones ilegales, violencia, abuso y tortura. Nos unimos por ello a las críticas hechas por el Comité de Naciones Unidas Contra la Tortura e instamos a nuestro gobierno a que lo tenga en cuenta, para que revise la política migratoria con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos".