El 1 de febrero el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) emitió un fallo unánime que desestimaba el recurso de un diputado francés de su anterior condena por desacato a la autoridad. La sentencia del TEDH es definitiva.
"Ya hemos aguantado bastante"
El caso, Meslot c. Francia (recurso nº50538/12), fue presentado por Damien Meslot, miembro del Parlamento francés de Belfort hasta 2017.
En un acto público en 2007 durante la campaña electoral, Meslot manifestó no sentir respeto por un juez y un fiscal concretos. Dijo que ambos "se han convertido en comisarios políticos, se han excedido en sus competencias y han desprestigiado el poder judicial. Prefieren declarar la guerra a los diputados de derechas que enfrentarse a matones. Bueno, conseguiré que se traslade a esas personas, que se les expulse del territorio de Belfort porque no son de fiar. ¿Habéis oído lo último? Arrestaron a dos ladrones armados... y ¿sabéis qué es lo primero que hizo [el juez]? Puso en libertad a los dos ladrones... Ya hemos aguantado bastante... jueces de izquierdas que actúan en contra de la voluntad de la gente y obstruyen la labor policial".
Esta declaración se transmitió en Radio France Bleu Belfort y el diario Le Pays reprodujo parte de ella.
Meslot fue condenado por desacato a la autoridad y obligado a pagar una multa de 700€, 1€ por responsabilidad civil y 3.588 por las costas. El Tribunal de Apelación de Dijon ratificó el veredicto de culpabilidad y aumentó la multa a 1000€ y la cantidad total en costas a 5.023,20. El Tribunal de Casación rechazó el recurso de Meslot por cuestiones de derecho.
Sobre Estrasburgo
Tras haber agotado todos los recursos judiciales en Francia, Meslot apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, donde alegó que se había violado el Artículo 10, que protege la libertad de expresión.
A pesar de que el TEDH señaló que hay poco margen para la restricción en el Artículo 10, el Tribunal decidió que la condena por desacato a la autoridad y la multa que se le impuso no habían sido desproporcionadas respecto a los objetivos legítimos perseguidos, especialmente para poder proteger al juez y al poder judicial contra los ataques a su integridad.
El tribunal dijo que es necesario que haya cierta intromisión en el derecho a la libertad de expresión en una sociedad democrática para poder proteger la reputación de las personas, y para garantizar la autoridad e imparcialidad del poder judicial.
Un ataque personal
El TEDH observó que los comentarios se habían producido algunos meses después de que el juez acusase a Meslot de fraude electoral, y estos comentarios contra el juez habían sido agresivos y de carácter personal.
El TEDH señaló que los comentarios hechos por el demandante tenían intención de hacer un daño personal al juez y, por lo tanto, no habían sido objetivamente necesarios y de interés público.
El tribunal afirmó que la imposición de la multa al demandante no había sido excesiva, fundamentalmente porque no había afectado a su carrera política.
