Del 13 al 26 de octubre, las fuerzas policiales de los Estados miembros de la UE llevarán a cabo operaciones masivas de control de migración en el espacio Schengen y en sus fronteras. Los objetivos son debilitar la "'capacidad de grupos de crimen organizado para facilitar la inmigración ilegal" y para "recoger información [...] respecto a las rutas principales, seguidas por migrantes". Esta operación, que muy probablemente implique identificaciones policiales masivas y discriminatorias dirigidas a minorías étnicas, no ha sido explicada por el Consejo: se filtró gracias a la ONG State Watch.