Mientras las autoridades europeas no consiguen dar respuestas adecuadas a la crisis de los refugiados, organizaciones no gubernamentales y movimientos de la sociedad civil han decidido intervenir para acoger a los refugiados.
En Italia, la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia (FCEI) y la Comunidad de Sant'Egidio se han unido en un proyecto crucial: la apertura de corredores humanitarios que garanticen un viaje seguro a Europa y la obtención de protección para las personas necesitadas.
El ministerio de Interior y el ministerio de Asuntos Exteriores italiano se han aceptado y han accedido a dar visados especiales a 1000 solicitantes de asilo, identificados por oficinas humanitarias específicas que operan en Marruecos, Líbano y Etiopía, pero la operación será gestionada y financiada en su totalidad por la FCEI y la Comunidad de San Egidio.
100 historias de esperanza
El proyecto comenzó oficialmente a principios de enero, con la llegada de la primera familia de Siria: una pareja joven, Yasmine y Suleyman, que, junto a su hija Falak y su hijo Hussein, escapó de una Homs devastada por la guerra hace un par de años y que desde entonces ha estado viviendo en condiciones precarias en el Líbano.
Los trámites para su llegada se hicieron por la vía rápida porque la pequeña Falak tiene un cáncer de ojo poco frecuente que requiere tratamiento urgente. Fueron recibidos por el personal de la FCEI y de San Egidio y ahora están instalándose en Roma, con la pequeña Falak que conserva una valiente sonrisa incluso durante sus tratamientos de quimioterapia.
Luego, el último día del mes de febrero, un vuelo muy especial de Alitalia -que la aerolínea italiana fletó de forma gratuita- con 24 familias sirias a bordo y 93 pasajeros (41 de ellos menores de edad) aterrizó en el aeropuerto de Roma Fiumicino. Entre ellos también estaba Dia, un niño sirio de 8 años que perdió una pierna durante los bombardeos en Homs.
Una gota en el océano
Después de recibir una cálida bienvenida en el aeropuerto, los solicitantes de asilo fueron alojados en centros especializados de toda Italia, desde Roma a Trento. El personal de la FCEI y San Egidio han estado trabajando para su acogida desde hace meses y están seguros de que van a recibir toda la protección y la asistencia que necesitan para reinstalarse e integrarse en sus nuevos hogares.
En comparación con el millón de inmigrantes que han llegado a Europa este año, mil visas pueden parecer como una gota en el océano, pero por el momento esta es la única esperanza de un paso seguro y legal a Italia para las personas que huyen de la guerra.