La historia de Davide
Mucha gente recuerda la historia de Dj Fabo y el juicio de Marco Cappato, acusado de haberle ayudado a llegar a Suiza donde podía recibir el llamado suicidio asistido. En febrero, el caso se presentó ante el Tribunal Constitucional italiano, donde la defensa impugnó la legitimidad del delito de "instigación o asistencia al suicidio", que se penaliza con 6 a 12 años de cárcel.
Sin embargo, menos personas conocen la historia de Davide Trentini, que es muy parecida. Davide padecía esclerosis múltiple desde 1993. Tenía 53 años y su vida, marcada por esta enfermedad, se había convertido en un calvario. Se puso en contacto con Marco Cappato y Mina Welby para que le ayudaran a acceder a una muerte voluntaria en Suiza.
Tras varias reuniones y gracias a la ayuda de Mina, que desempeñó el delicado papel de intérprete de alemán con la clínica suiza y le ayudo con algunos procedimientos burocráticos, Davide recibió luz verde. Así, salieron de Italia con destino a Suiza a través de un servicio de ambulancias que ignoraba las razones de este que sería su último viaje.
En un mensaje final, que dejó Davide a través de la Asociación Luca Coscioni para hacer pública su decisión y explicar sus razones, dijo: "Basta de dolor. Lo principal es el dolor, debemos centrarnos en la palabra dolor. Todo lo demás sobra"
Desobediencia civil
El 13 de abril de 2017 Davide eligió la eutanasia a través del suicidio asistido para poner fin a su dolor. Le acompañó Mina Welby en sus últimos momentos en la clínica de Basilea. Al día siguiente, Welby, que junto con Cappato nunca se apartó de su lado desde que salieron de Italia, pagó la clínica con los fondos de la asociación Soccorso Civile Sos Euthanasia y regresaron a Italia, donde ella y Cappato se entregaron directamente a las autoridades en la comisaría de Carabinieri de Massa, Toscana.
Este acto de desobediencia civil, como en el caso de Dj Fabo, es un caso de litigio estratégico que tiene como objetivo impugnar el artículo 580 del Código Penal, titulado "Instigación o asistencia al suicidio", que básicamente prohíbe que cualquier ciudadano italiano asista a una muerte voluntaria, incluso si se realiza - legalmente - en Suiza. La entrega de Welby y Cappato ha dado lugar a un nuevo juicio sobre el tema, y la libertad de los dos activistas corre peligro: violar el artículo 580 puede conllevar una sentencia de entre 5 y 12 años de prisión.
Las investigaciones preliminares se cerraron el 28 de septiembre de 2017 y la audiencia preliminar tendrá lugar el 31 de mayo. Ahí, el juez tendrá que decidir si envía a Welby y Cappato a juicio.
Marco legal del suicidio asistido
Si el caso va a juicio, sería la segunda vez que Cappato se enfrenta a esta acusación ante un juzgado penal. Él y Welby serán juzgados por un delito que actualmente el Tribunal Constitucional está evaluando su constitucionalidad, tras la solicitó del Tribunal Penal de Milán.
En los próximos meses, el Tribunal Constitucional se pronunciará sobre la constitucionalidad del artículo 580 del Código Penal. La decisión tendrá una importante consecuencia en el caso contra Cappato y Welby. Los defensores de derechos humanos italianos esperan que la decisión del tribunal pueda ser un punto de inflexión para la legislación sobre el suicidio asistido, que tenga en cuenta la igualdad y la dignidad. También es importante recordar que en diciembre de 2017, el Parlamento italiano aprobó una nueva ley sobre testamentos vitales, la Ley nº 219/2017, conocida como Directiva Sanitaria Anticipada (DAT), que entró en vigor el 31 de enero de 2018.
Esta ley otorga a cualquier adulto con plena capacidad mental la posibilidad de dar formalmente indicaciones sobre los tratamientos médicos que desean recibir en caso de que ya no puedan tomar esa decisión en el momento necesario debido a una enfermedad o incapacidad mental. A pesar del gran paso adelante que representa esta ley, sigue faltando una ley que regule la eutanasia.