El 15 de diciembre, antes de la ceremonia de apertura de los Premios de la Coalición Italiana por las Libertades Civiles y Derechos, varios representantes de las principales ONG de derechos humanos italianas se reunieron para analizar el contexto actual en el que trabajan.
Atacadas
La conferencia se tituló "Defender los derechos humanos junto con las ONG" y contó con la presencia, entre otros, de representantes de Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras, Emergency y la organización miembro de Liberties, la Coalición Italiana para las Libertades Civiles y los Derechos (CILD).
Las ONG y los defensores de los derechos humanos, tanto en Italia como en Europa, sufren ataques constantes debido a su labor en defensa de los derechos humanos, a su postura en materia de migración y, quizás más notablemente a su trabajo de rescate de los migrantes en el Mediterráneo.
Al defender los derechos y las libertades de todas las personas, las ONG reciben la antipatía de un cierto rincón del mundo político que intenta ganar votos demonizando a las personas que trabajan por los derechos humanos.
Bajo su narrativa, las ONG suponen un enemigo para el Estado, que trabaja de forma independiente, en contra del gobierno y de los intereses de la gente. En Italia, muchas personas piensan que las ONG ayudan a los extranjeros, pero se olvidan de los italianos que también la necesitan.
Las ONG presentes en la reunión del 15 de diciembre fueron unánimes en su respuesta a estas acusaciones absurdas: continuarán su labor pues, como demostró el incidente de Como, no existe tal cosa como "los derechos de los italianos", solo existen los derechos humanos.
Un problema extendido
Es importante tener en cuenta que este no es un problema aislado que ocurre en Italia, las ONG están sufriendo ataques en toda Europa, más recientemente en Hungría, Polonia y Rumanía. Los defensores de derechos humanos con sede en la UE también sufren amenazas fuera de la Unión. Un ejempo notable el año pasado fue la detención durante una reunión en Rusia de los activistas italianos de Antigone, Arcigay y A buon Diritto y de activistas rusos que trabajan por los derechos de las personas presas.
A la luz de estos hechos, la conferencia acogió gratamente la contribución de Kostantin Baranov, coordinador del consejo del International Youth Human Rights Movement, que trabaja mucho en Rusia y en otros Estados ex soviéticos.