Parece que Kęstutis Pūkas, el diputado que no podía contener comentarios con carga sexual (ni tampoco otras formas de acoso) ante dos jóvenes que acudieron a él en busca de trabajo, no podrá escapar esta vez a los procedimientos de destitución.
De acuerdo con las jóvenes, que estaban solicitando un puesto como asistentes en el Parlamento, Pūkas les hizo preguntas muy personas e íntimas, las invitó a su piso en el edificio residencial oficial para diputados y bromeó con que "sería divertido darse un revolcón en la cama".
Comisión: destitución
La situación del diputado, que reconoció la conducta inapropiada, pero no mostró ningún remerdimiento, se debatió en la Comisión Parlamentaria de Ética y Procedimientos.
La Comisión llegó a un acuerdo unánime para solicitar al Parlamento la apertura de un procedimiento de destitución contra Pūkas. Este tipo de procedimientos se utilizan para retirar a los parlamentarios que han vulnerado la Constitución o sus juramentos como miembros del Parlamento o que han incurrido en un delito en el ejercicio de su puesto.
El diputado Kęstutis Pūkas ya no es todo sonrisas: se ha instado al Parlamento la apertura de un procedimiento de destitución contra él.
Antes de la audiencia, 46 ONGs abordaron a la Comisión, solicitando el inicio del procedimiento de destitución contra el tiputado Pūkas. El Centro por el Progreso de la Igualdad y el Instituto de Derechos Humanos han lanzado una carta en apoyo del proceso de destitución, que ya han firmado más de 2.000 personas.
Las ONGs se concentran delante del Parlamento
Mientras la Comisión debatía el comportamiento de Pūkas, las ONGs organizaron una protesta delante del Selmas (el Parlamento lituano).
“Estamos aquí reunidos para mostrar nuestro apoyo a las dos jóvenes que se atrevieron a hablar. Queremos que se inicie un procedimiento de destitución contra el Sr. Pūkas. No podemos tolerar el acoso sexual, ni tomarlo a la ligera", afirmó Natalija Bitiukova, del Instituto de Seguimiento de Derechos Humanos, una de las entidades organizadoras de la protesta.
El portavoz del Parlamento, Viktoras Pranckietis, también instó a Pūkas a dimitir sin esperar a un procedimiento formal de destitución, pero el diputado se obstina en negar su responsabilidad, afirmando que no dejará el Parlamento a menos que se le destituya.
Se puede firmar la carta a favor de la destitución de Pūkas aquí.