El 20 de junio se celebró en Zagreb el Día Mundial del Refugiado con una actuación simbólica que expuso "cadáveres" mientras se leían los nombres de las personas que han perdido sus vidas en el Mediterráneo, cuyo número ha llegado a 2.000 desde el comienzo de 2015.
Los organizadores pidieron más solidaridad con los refugiados, así como una actitud crítica hacia las políticas migratorias y de fronteras de la UE.
"El objetivo de esta acción es enviar un mensaje a los ciudadanos para que sean conscientes del creciente número de refugiados migrantes que mueren a las puertas de Europa, sobre todo en el Mediterráneo, y concienciar a los parlamentarios europeos de los aspectos negativos de las políticas restrictivas en las fronteras europeas e instarles a utilizar su mandato para cambiarlas y ofrecer más solidaridad a los refugiados, a nivel europeo y nacional", declaró Lucija Mulalic, activista del Centro de Estudios para la Paz.
Señaló que en los últimos 10 años, Croacia ha recibido 5.000 solicitudes de asilo y ha aprobado unas 150. Se puede otorgar asilo en tres casos: si una persona es perseguida en su país de origen por sus creencias políticas; por su raza; o por pertenecer a un grupo social que no es admitido en ese país. Últimamente, las solicitudes por esta tercera categoría han sido presentadas por los homosexuales.
'Cazas de brujas'
La acción del Día Mundial del Refugiado, llamada "Muerte evadida. La fortaleza Europa: limpios y responsables. ¿Cuántas muertes hacen falta para que haya solidaridad?", fue seguida por voluntarios del Centro de Estudios para la Paz, estudiantes, miembros de la iniciativa Sin Fronteras, de Medika y de los Ángeles Blancos: grupos que trabajan en Croacia directa e indirectamente con refugiados.
Señalaron que 2.000 personas se han ahogado en el Mediterráneo desde el comienzo de este año y 29.000 desde el año 2000. Aunque la política de migración de la UE se lleva a cabo con el eslogan "Justicia, Libertad y Seguridad", afirman que en realidad la UE está cerrando sus fronteras exteriores y realizando "cazas de brujas" en el interior.
Solidaridad
En Croacia, además, a los refugiados se les aísla en campamentos a las afueras de las ciudades, donde sufren ataques racistas, actos humillantes, restricción de movimientos y deportaciones inhumanas, declararon los activistas.
Croacia ha recibido más de dos mil millones de euros de los fondos Schengen para mejorar su control fronterizo y construir centros de detención adicionales. La construcción de cada centro cuesta alrededor de 3,3 millones de euros.
"En el Día Mundial del Refugiado, llamamos a adoptar una actitud crítica con la política migratoria y de fronteras de la UE y pedimos más solidaridad y comprensión para las personas con el mismo destino que el nuestro hace 20 años", declararon.