Desde el lunes a medianoche, y tras la implementación sueca de controles de identidad en el Puente de Øresund, que une a Dinamarca y Suecia, Dinamarca realiza controles de identidad a todos los pasajeros que toman trenes a Suecia. Los controles de identidad daneses los lleva a cabo personal de seguridad privada contratado por DSB, la empresa danesa de ferrocarril y cuestan 1.2 millones de euros al mes. Los nuevos controles de Suecia y Dinamarca para reducir el flujo de refugiados del continente europeo suponen el fin de 60 años de transporte sin pasaporte entre los Estados nórdicos.