La declaración de la primera ministra británica, Theresa May, sobre su intención de debilitar las garantías de DDHH para luchar contra el terrorismo es escandalosa y exactamente lo que los líderes autoritarios de todo el mundo querían oír, señaló Salil Shetty, director de Amnistía Internacional. May afirmó, justo antes de las elecciones generales, que quería debilitar las protecciones de DDHH para facilitar la restricción de movimientos y la deportación de sospechosos de terrorismo. Reino Unido ha sufrido dos ataques terroristas en las últimas semanas, uno en Manchester y otro en Londres.