Por qué este informe
La Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) publicó recientemente su "Segunda Encuesta de la Unión Europea sobre Minorías y Discriminación" que recoge los resultados principales de la investigación basada en una encuesta a 25,500 personas de distintos contextos étnicos en los 28 estados miembros de la UE. El objetivo principal es estudiar las distintas formas de discriminación hacia las minorías raciales o étnicas.
La primera investigación se llevó a cabo en 2008, después de que la UE adoptara en el año 2000 una legislación de "igualdad de trato independientemente del origen racial o étnico, así como una legislación que establecía un marco general para la igualdad de trato en el empleo y la ocupación independientemente de la religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual".
Esta investigación de 2008 ofreció por primera vez datos estadísticos sobre la discriminación en toda la UE. Este último informe incluye datos recopilados entre 2015 y 2017.
El estudio toma en consideración distintos escenarios donde pueden darse situaciones de discriminación: en el empleo y en los obstacúlos para el empleo; "educación, vivienda, salud y servicios públicos o privados; cuando la policía te para o registra, victimización delictiva (incluidos delitos de odio); en relación a la conciencia de los derechos que se tiene y los mecanismos de reparación; en relación a la participación e integración social, incluida la confianza hacia las instituciones públicas y el nivel de apego al país de residencia".
Los resultados globales muestran que la discriminación todavía está muy extendida en la UE y, por ello, los Estados miembros deberían tomar medidas para eliminarla.
Discriminación en Italia
En Italia, los grupos minoritarios que se
tomaron en consideración fueron miembros de grupos minoritarios de África
subsahariana, Asia y el norte de África.
Los datos de Italia muestran que el 37% de los entrevistados de África subsahariana y el 20% de los norafricanos se sintieron discriminados por el color de su piel en los últimos cinco años, y el 32% de los asiáticos del sur se sintieron discriminados por su origen étnico. En general, los hombres se sentían más discriminados que las mujeres por su color de piel, mientras que más mujeres que hombres se sentían discriminadas por su origen étnico. Alrededor del 10% de los africanos subsaharianos se sintieron discriminados por su religión.
La discriminación también afecta a las segundas generaciones de extranjeros, de hecho el 29% de las mujeres y el 19% de los hombres de origen subsahariano, el 37% de las mujeres y el 31% de los hombres de origen norafricano y el 21% del grupo del sur de Asia sufren algún tipo de discriminación. Estos resultados se analizan en el informe como "tasas relativamente altas de discriminación". Con respecto a la discriminación en el acceso a un empleo, el informe señala que el 23% de las personas entrevistadas de origen norafricano sufren algún tipo de discriminación a la hora de buscar un empleo.
Denuncias a las autoridades
Otro problema que señala el informe es el escaso número de denuncias presentadas sobre incidentes de discriminación (solo el 9% de los africanos subsaharianos y el 18% de los norafricanos denunciaron la discriminación a las autoridades); además, y lo que resulta más preocupante, un porcentaje muy bajo de las personas entrevistadas de todos los orígenes conocía la existencia de alguna organización que ofrezca ayuda a víctimas de discriminación o la de un organismo de igualdad en Italia.
Acoso
El acoso es una forma de discriminación definida por la Directiva de Igualdad Racial de 2000 como una "conducta no deseada relacionada con el origen racial o étnico de una persona, que tenga como objetivo o consecuencia atentar contra su dignidad y crear un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo".
Los resultados de la investigación de FRA revelan que en Italia, el 30% de los entrevistados de origen subsahariano, el 33% de los norafricanos y el 29% de los asiáticos del sur habían vivido por lo menos un episodio de acoso en los últimos 12 meses.
Paradas y registros de la policía
En relación a las paradas y registros policiales, entre los entrevistados de África subsahariana, el 28% de los entrevistados había sido parados por la policía italiana al menos una vez en los cinco años anteriores a la encuesta, y el 60% de ellos percibieron que la policía utilizó perfiles étnicos. Entre los norafricanos, al 32% les paró la policía al menos una vez en los cinco años previos a la encuesta y el 71% de ellos percibieron que fue por perfiles étnicos. El 22% de los asiáticos fue parado al menos una vez en los cinco años y el 46% percibió que fue por perfiles étnicos. Con respecto a los controles de identidad en Italia, al 96% de los africanos subsaharianos a quienes pararon y al 92% de los norafricanos les pidieron su tarjeta de identidad, pasaporte o permiso de residencia.
Educación y trabajo
En lo que respecta al trabajo, el informe destaca el bajo porcentaje de entrevistados con educación
secundaria superior. Concretamente, el 42% de
los subsaharianos, el 30% de los norafricanos y el 29% de
los asiáticos del sur que fueron entrevistados dijeron que no habían
recibido educación secundaria superior. Además, de los
que habían completado la educación secundaria más elemental, el 67% de los
norafricanos y el 66% de los asiáticos del sur no habían segudio luego ninguna
educación superior.
En
el campo del empleo, el 70% de los migrantes de origen norafricano y el 67% de los que vienen del sur de Asia habían desempeñado alguna actividad laboral remunerada en las
cuatro semanas anteriores a la encuesta. El informe estima que al usar
este método, la tasa de empleo de la población general es
menor que la de estos grupos.
Para
los encuestados de África subsahariana, la clave para encontrar trabajo
parece ser la competencia lingüística, de hecho, el 72% de los que
tienen un dominio suficiente del idioma tienen algún tipo de trabajo remunerado,
mientras que solo el 22% de quienes no lo tienen realizan una actividad laboral.
Conclusión
El informe ofrece un punto de partida muy interesante para nuevas investigaciones y proporciona datos comparables en toda la UE que podrían utilizarse para tomar medidas y abordar las distintas formas de discriminación a las que se enfrenta la población migrante.