Cada vez menos personas buscan asilo en Italia
El
número de personas que han presentado solicitudes de asilo en Italia en
2018 ha ido disminuyendo. En los primeros seis meses del año, 33.770
hombres, mujeres y niños de África, Asia y Europa, y unos pocos de
Sudamérica, solicitaron protección internacional en nuestro
país. El número no cesa de disminuir, y seguramente lo seguirá haciendo en los próximos meses. A pesar de ello,
los políticos italianos siguen haciendo propaganda en torno a la
cuestión de la migración.
La infografía de Carta di Roma ilustra una historia compleja
Para ofrecer una imagen distinta de los países de los que proceden los solicitantes de asilo en Italia, la Asociación Carta di Roma ha publicado algunas infografías, entre las que se incluyen estadísticas y rankings elaborados por organismos autorizados que ayudan a comprender mejor la situación en esos países.
Frente a lo que solemos escuchar o leer, las personas no solo huyen de sus países a causa de una guerra. A veces la democracia se aplica muy mal, en otros casos la libertad de prensa está gravemente restringida o el umbral de pobreza (no solo económica) hace que sea imposible vivir.
Las motivaciones que empujan, y que han empujado, a cientos de miles de personas a emprender viajes muy difíciles y peligrosos son complejas: no se trata únicamente de escapar de una guerra.
No debemos olvidar que el derecho de asilo no es colectivo y que cada caso debe valorarse individualmente.
La pobreza y la falta de libertad a menudo van de la mano
Los migrantes económicos a menudo se separan de los solicitantes de asilo en las noticias. Sin embargo, la situación es más compleja de lo que parece a primera vista. El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, revela parte de esta complejidad. Esta clasificación solo tiene en cuenta a un centenar de países, principalmente aquellos en los que la pobreza extrema está más extendida. El IPM también tiene en cuenta la falta de un sistema de educación y salud digno, empleo o seguridad personal como razones por las que las personas solicitan asilo. Como dicen los editores del Índice: "Ningún indicador por sí solo, como por ejemplo, los ingresos, puede reflejar los muchos aspectos que contribuyen a la pobreza".
Como muestran las estadísticas recogidas por Carta di Roma, muy a menudo los países más pobres, y aquellos de los que la gente huye o desea huir, son también los que se encuentran en la parte inferior de los rankings de democracia o donde no se protegen los derechos civiles. En otras palabras, pobreza económica, pero también pobreza en términos de democracia y libertad.
Un ejemplo práctico: Gambia
Podemos mirar el ejemplo de Gambia para ilustrar esto. Un joven solicitante de asilo de Gambia se suicidó porque se le había denegado su solicitud de protección en Italia. En 2016, tras 20 años de presidencia de Jammeh, Gambia celebró elecciones libres y suavizó las principales restricciones de los derechos políticos y civiles. Ahora, según Freedom House, "las libertades fundamentales, incluidos los derechos de reunión, asociación y expresión, han mejorado, pero el Estado de derecho aún no se ha consolidado. Las personas LGBT sufren una discriminación grave y la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema muy serio". Es decir, que aunque en Gambia no haya una guerra, la gente puede tener razones legítimas para huir y buscar asilo.