El hotspot de Lampedusa
En un artículo previo ya escribimos sobre las condiciones inhumanas y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en el hotspot de Lampedusa que denunció una delegación de abogados, investigadores y mediadores culturales de la Coalición Italiana para las Libertades y los Derechos Civiles (CILD), la Association for Juridical Studies on Immigration (ASGI) e Indiewatch
El informe completo de la visita se presentó el 10 de abril en una conferencia de prensa en Roma, donde se señaló la situación imposible en la que se obligó a vivir a los migrantes durante más de 48 horas. Entre otras muchas deficiencias, destacaba la ausencia de un comedor, de sábanas y de puertas de baño, o la disponibilidad de agua caliente solamente durante una hora al día y la falta de agua corriente de 21:00 a 7:00h .
Durante la visita, la delegación tuvo conocimiento de que varios migrantes tunecinos habían expresado su voluntad de solicitar protección internacional, que debería haber sido aceptada y formalizada en un plazo de tres días (diez en casos de llegadas masivas). Y sin embargo su solicitud fue ignorada por las autoridades del centro.
Las condiciones inhumanas han empujado a algunos migrantes a autolesionarse o rebelarse.
Las autoridades en respuesta siempre han reprimido estas manifestaciones mediante el uso de la fuerza y la violencia extrema. Un menor al que entrevistaron afirmó que había sido golpeado varias veces por la policía y otros adultos y mordido por un perro policía.
Durante la noche del 8 al 9 de marzo, una niña de 8 años y una mujer de 23 fueron víctimas de violencia y tuvieron que recibir tratamiento en el hospital local.
Asimismo, a Gennaro Santoro y Giulia Crescini, dos abogados que quieren representar a los migrantes del centro, se les ha denegado el acceso al hotspot, lo que constituye una clara violación del derecho a la defensa.
Recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Después de que varias organizaciones de la sociedad civil presentaran una apelación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), el centro se cerró temporalmente para llevar a cabo una renovación. A pesar del cierre, los abogados interpondrán recursos ordinarios ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para solicitar que se indemnice a las personas que han sido forzadas a vivir en condiciones inhumanas durante más de un mes.
Ya se han presentado dos recursos para dos familias, una compuesta por madre, padre e hijo menor de edad y la otra por un padre con sus dos hijos menores de edad, a quienes se les albergó en el hotspot, a pesar de que resultaba totalmente inadecuado para su situación. La madre también fue víctima de un intento de agresión sexual.
Detenidos ilegalmente
Cien personas han sido trasladadas a centros de repatriación permanente (CPR) en Turín, Brindisi y Potenza, donde se encuentran detenidos ilegalmente bajo el pretexto de que constituyen un peligro para la sociedad, y cuya única justificación es que venían de un hotspot donde, tras una protesta, se inició un incendio.
En el CPR de Potenza, a los migrantes se
les denegó inicialmente el acceso a su abogada, Angela Maria Bitonti,
quien finalmente pudo reunirse con ellos tras la intervención
del Garante Nacional de los derechos de las personas detenidas y privadas de libertad. Además, el 26 de marzo, en el CPR de Potenza, la policía antidisturbios frenó violentamente una protesta.
Consideraciones finales
El expediente ha suscitado varias cuestiones preocupantes, entre ellas la violación sistemática del derecho a la defensa, la falta de formalización de la solicitud de protección internacional, la detención ilegal en el CPR y el uso de la violencia por parte de las autoridades.
El Garante Nacional y varias organizaciones de la sociedad civil han expresado su temor a que estas violaciones sistemáticas de los derechos humanos ocurran en todos los centros de detención de migrantes.
Además, estos centros los administran las mismas sociedades que ya han sido acusadas de violaciones graves de derechos. Es muy probable que se abran estructuras similares a la de Lampedusa en otros lugares del sur de Italia, perpetuando así violaciçon sistemática de los derechos humanos.