La República checa tiene la tercera cifra más alta de niños educados fuera de las escuelas convencionales, así como la proporción más alta de niños cuya matrícula en el primer curso se ve retrasada, entre todos los países miembros de la UE.
“En la mayoría de los países desarrollados, el principio de distribución de los niños en tramos educativos separados no está ni por asomo tan arraigado como lo está en nuestro país”, dice Robert Basch del Open Society Fund de Praga, que lleva promoviendo desde hace tiempo la educación inclusiva. “La República checa ha sido reiteradamente criticada por las organizaciones internacionales por la deficiente educación de los alumnos desfavorecidos”.
En diferentes regiones, por ejemplo, los niños con diagnósticos idénticos tienen oportunidades educativas diferentes en las escuelas convencional. Depende de hasta qué punto las autoridades están dispuestas a financiar asistentes. Lo más inquietante tal vez sea la situación de los niños Roma, que constituyen el 28% de los alumnos en las “escuelas prácticas”, que están aparentemente reservadas a los niños con discapacidad mental leve. El Tribunal europeo de derechos umanos condenó a la República checa en 2007 por colocar a 18 alumnos Roma en escuelas prácticas, violando su derecho a la educación y ejerciendo la discriminación contra ellos.
Desilusionados
La recién formada Alianza de padres por la inclusión quiere apoyar a los padres de niños con diferentes formas de atención individual, desde discapacidad mental o física a desamparos sociales. Se ha añadido una cláusula adicional para los niños con necesidades educativas especiales como enmienda a la Ley de educación, que en estos momentos está en trámite parlamentario.
La alianza está desilusionada con la enmienda y recientemente envió una carta abierta al Primer ministro Bohusav Sobotka acerca de las deficiencias de la ley. Aunque pretende mejorar la educación de niños con necesidades educativas especiales, en opinión de los firmantes de la carta la enmienda contiene asimismo una definición polémica de la discapacidad mental, que conlleva el peligro de que algunos niños educados en la actualidad de las escuelas convencionales pueden ser expulsados y colocados en escuelas prácticas.
El debate sobre la educación inclusiva checa se intensificó tras la reciente declaración la reciente declaración del presidente Milos Zeman, quien dijo que los niños discapacitados y los sanos deben ser educados por separado.