En Italia se acaba de aprobar un nuevo decreto de seguridad, supuestamente con el objetivo de promover la seguridad. Pero el nuevo decreto se enfrenta a objeciones importantes de Antigone y de otras organizaciones de derechos civiles. El decreto concede a los alcaldes un poder añadido e injustificado sobre el orden público, con el propósito de eliminar temas de marginación social. Esto se traduce en una vulneración de la igualdad de los ciudadanos y en una criminalización de personas socialmente marginadas hasta un extremo sin precedentes, algo inaceptable y que Antigone intentará evitar.