La campaña de difamación continua contra las ONG que trabajan en el Mediterráneo ha generado un ambiente de recelo y erosionado los valores fundamentales de la humanidad y la solidaridad en Italia. Ahora, tras la negativa de algunas ONG, entre ellas MSF, a firmar el código de conducta del gobierno para las operaciones de rescate en el mar, y la acusación a una ONG alemana (Jugend Rettet) de ayudar a la inmigración ilegal, el debate está que arde. Este ataque contra la solidaridad es una peligrosa distracción de las verdaderas causas y responsabilidades de la llamada "crisis migratoria".