La detención de tres voluntarios franceses hace unas semanas en Ventimiglia, en la frontera entre Italia y Francia ha puesto sobre la mesa la cuestión de saltarse la ley para salvar vidas.
Esta vez se trata de Félix Croft, un activista francés detenido hace casi un año por haber ayudado a cinco solicitantes de asilo sudaneses, incluida una mujer embarazada y dos niños, a cruzar la frontera francesa.
Un ataque a la solidaridad
Croft fue acusado de facilitar la inmigración ilegal, pero además se le amenazó con una pena mucho más alta de lo normal: este delito normalmente se penaliza con hasta 3 años de cárcel y una multa de hasta 15.000 euros, pero en su caso se le pidió al tribunal que considerara una sentencia de 3 años y 4 meses de cárcel y una multa de 50.000 euros.
Un caso similar, el de Cédric Herrou, que ayudó a alrededor de 200 migrantes a entrar en Francia y fue acusado del mismo delito que Croft, acabó en un juicio donde se estimó que los actos humanitarios no pueden ser procesados penalmente.
La humanidad no es un delito
Como señaló Patrizio Gonnella, presidente de Antigone/CILD, esta sentencia hubiera sido completamente desproporcionada en comparación con el presunto delito, además de estar completamente injustificada, al igual que los otros muchos casos de los llamados delitos de solidaridad, que no deberían siquiera considerarse, sino lo que son: ejemplos de humanidad. Es del todo incorrecto comparar este tipo de actos con el tráfico de seres humanos.
El sociólogo Nando Sigona hizo la siguiente pregunta: "¿Es esta la siguiente 'solución' de los políticos de la UE a la crisis de refugiados? Intimidar a los voluntarios para acabar debilitar el apoyo a una solución más humana a la crisis?
Debemos aplaudir el hecho de que el tribunal francés absolviera a Croft de todos los cargos aplicando la cláusula humanitaria. Con su fallo, los jueces han reconocido que la humanidad y la solidaridad no deben ser consideradas un delito, algo particularmente importante a día de hoy, cuando en toda Europa se ataca a los activistas que ayudan a migrantes y a las ONG que salvan vidas en el mar.