El diario italiano Redattore Sociale publicó un reportaje investigativo sobre los primeros días en la escuela de jóvenes discapacitados. El cuadro es dramático. El número de profesores asistentes no da abasto y los jóvenes con discapacidad se encuentran solos con demasiada frecuencia. La presencia de barreras arquitectónicas, como la falta de rampas para sillas de ruedas u otras necesidades estructurales, empeora una situación ya de por si precaria.