El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura acaba de publicar el informe sobre su visita a Lituania. A pesar de que se ha reducido el número de presos, muchos siguen en condiciones antihigiénicas en celdas hacinadas, con 4m2 por persona y una ducha por semana. Además, la violencia está aumentando en algunas cárceles, tanto entre los presos como por parte de los guardias. En las instituciones psiquiátricas, donde las recomendaciones del Comité han sido ignoradas desde hace 10 años y no se han cambiado los procedimientos de hospitalización de los pacientes, también abundan los problemas.