Varias asociaciones civiles italianas han unido sus fuerzas y recaudado fondos privados para abrir corredores humanitarios seguros e iniciar programas locales para acoger a los refugiados que huyen de la guerra. Como uno de los problemas más grandes es el peligrosísimo viaje que emprenden, el programa permite que los refugiados lleguen en avión y 938 personas ya se han beneficiado de viajar con seguridad a Italia, de la ayuda para encontrar un lugar para vivir y trabajar, o de clases de italiano para acelerar la integración. Es una iniciativa que esperamos inspire a otros países.